viernes, 25 de abril de 2014

GROBO EL REY DE LA SOYA

ALMO.- Ha empezado la cosecha de soya y el argentino Gustavo Grobocopatel, bautizado por la prensa de su país como el “Rey de la Soya”, se ha desplazado a Soriano, la franja costera y fértil de Uruguay, donde su empresa tiene unas 90.000 hectáreas sembradas.

Al frente del grupo los Grobo, este hombre alto, de pelo y barba rojizas, es uno de los empresarios más influyentes de Argentina. Su grupo es uno de los principales productores de granos del país e invierte cada vez con más fuerza en la industria.

Gustavo Grobo, como lo llaman sus colaboradores, prefiere definirse como ingeniero agrónomo. Pero no se trata de cualquier ingeniero, a sus 53 años de edad es uno de los precursores de la Revolución Verde que hace 25 años puso los cimientos de la bonanza económica que vive buena parte de América Latina.
“Lo que viene en diez años es una especie de Revolución Industrial Verde”, anuncia el empresario, “las plantas empiezan a transformarse en fábricas, es decir, una planta que hasta ahora producía granos, empieza a producir energía, empieza a producir bioplásticos, empiezan a producir moléculas, enzimas… , productos de uso industrial”.

Habla sin pestañear, sin dudar un segundo, transmitiendo una certeza absoluta: “estamos en la víspera es un proceso de revolución industrial de la misma magnitud de aquella que se inició en Inglaterra en el siglo XVIII y que impactó en el XIX y en el XX. Nosotros estamos generando una nueva revolución que tiene algunas particularidades optimistas: estas fábricas que son vegetales no tienen chimeneas, no emiten dióxido de carbono, lo absorben. Son fábricas que son amigables con el medioambiente, usan energía renovable que es la energía solar, no usan el carbón, no usan energía atómica”.

Secretario y socio fundador de la Cámara Argentina de Biotecnologías, este nieto de emigrantes venidos de Bessarabia, región situada actualmente entre Moldavia y Ucrania, fue un pionero en la aplicación de la llamada “siembra directa”. Esta técnica, ahora general en toda la región, consiste en evitar la labranza, dejando los suelos en barbecho. De este modo se limita la erosión y se preserva la riqueza de la tierra. La llegada de los transgénicos (resistentes a las plagas) hizo el resto, propiciando un enorme aumento de la productividad.

En Soriano, pocos cuestionan el uso masivo de semillas transgénicas, prohibidas en algunos lugares del mundo porque su inocuidad a largo plazo no ha sido demostrada.
“La realidad es que en el mundo hay menos pobres, hay más gente que come mejor”, afirma Grobo, “y la soja, el glifosato (un herbicida), los transgénicos, han tenido un aporte positivo. Me parece que criticar al transgénico, criticar al glifosato sin tener argumentos sólidos y avalados por el Estado es de una irresponsabilidad muy grande”.

Nadie sabe con certeza cómo estarán los acuíferos y las tierras de la Pampa húmeda dentro de cien años. De momento, organizaciones ecologistas han denunciado que el glifosato, un herbicida utilizado a gran escala, está contaminando los campos y las napas freáticas.
 ¿Es neutro el impacto de un insecticida?: no, no es neutro, como tampoco es neutro que el ser humano se haya ido a vivir a Noruega, a Suecia o al Trópico, el ser humano decidió impactar sobre el medioambiente”, afirma.
Los Grobocopatel tienen sus propios límites geográficos en la Pampa húmeda, región de unos 600.000 kilómetros cuadrados de praderas que se extiende en todo Uruguay, Rio Grande del Sur (Brasil) y una parte de Argentina. Son las tierras extremadamente fértiles que alimentaron Europa hasta que realizó su propia Revolución Verde a finales del siglo XX.

En el siglo XXI el horizonte de riqueza está en China, principal consumidor de soja, utilizada para alimentar ganado y satisfacer la demanda creciente de carne de la población. Es un mercado que no parece tener fondo, capaz de devorar la Pampa húmeda y los recursos del mundo.

Para Gustavo Grobo, “no se podrá producir más y más de forma indefinida y habrá que cambiar las pautas de hábito de consumo. Si los chinos van a comer lo mismo que un norteamericano, no alcanzan siete planetas. Si cada chino quiere tener dos autos, tres heladeras, cuatro microondas, no alcanza la minería del planeta”.

Las relaciones de este rico empresario con los Gobiernos de Néstor Kirchner y de su esposa, Cristina Fernández, vienen siendo tensas desde hace ya años. Gustavo Grobo ha criticado duramente la política tributaria de los “K”, como los llaman en Argentina, porque a su juicio desestimula la producción.
“Creo que estamos en un periodo de transición, donde va a haber un cambio de Gobierno (en Argentina) que no sabemos quién va a ser, pero yo creo que una de las cosas que tiene que hacer el próximo Gobierno es reparar esta relación con el sector de agronegocios y ayudarlo para que se potencie.”

A Gustavo Grobocopatel le disgusta en extremo que lo llamen el “Rey de la Soya” y admite como una fatalidad que “se necesita a veces una cara, una imagen y una historia de vida detrás de un proceso”. En alguna ocasión dijo que habría preferido que lo llamaran el “Steve Jobs o el Bill Gates de la agroindustria”.

En todo caso, está lejos del arquetipo del terrateniente latinoamericano; su grupo familiar, arraigando en el campo, integrado por un ejército de ingenieros agrónomos, es sin duda un nuevo modelo empresarial para la región.

FUENTE El País

lunes, 21 de abril de 2014

ARGENTINA MIRA AL MERCADO MEXICANO PARA SUS VINOS

En los últimos años el consumo de bebidas alcohólicas en este mercado ha ido cambiando. A pesar de que México prefiere la cerveza, seguido de las bebidas espirituosas, el vino ha sabido ganar su espacio. En este país, el vino crece entre las preferencias dado por su imagen de sofisticación y la introducción de jóvenes y mujeres en su consumo.

Con 116 millones de habitantes, México representa uno de los países, junto con Brasil, más prominentes en lo que respecta a crecimiento económico de América Latina. Además,  es el principal destino turístico en Latinoamérica. Asimismo, es un país de gran potencial, que ha demostrado un crecimiento económico estable y predecible. Según las estimaciones de Price Waterhouse Coopers (PwC) México podría llegar a ser la séptima economía del mundo en 2050. Frente a estas atribuciones, es que este país es considerado de gran importancia para los vinos argentinos.

Como mencionábamos más adelante, el vino ha sabido ganarse un lugar, alcanzando en 2012 un consumo de más de 72 millones de litros. A pesar de esto, el consumo per cápita aún es muy bajo, y se ubica cercano a los 700 ml anuales.

Cuando se analiza el porqué del crecimiento, el primer dato que surgue es la introducción de nuevos segmentos de consumidores, como son los más jóvenes y las mujeres. Recordemos, que el consumidor de vino mexicano ha pertenecido tradicionalmente a un grupo socioeconómico de ingresos altos o medio-altos, generalmente mayores a 30 años y con un alto nivel académico.

Pero a pesar de este panorama, también hay que destacar que el 40% del vino total se consume en México D.F. y en centros turísticos ya que son los turistas quienes más lo demandan.

Además, si bien las condiciones climáticas del país favorecerían más el consumo de blancos fresco, el vino preferido es el tinto, con 75% de share. Por otro lado, la característica aspiracional de los consumidores favorece más a estos vinos ya que aparecen en la mente de los consumidores como sofisticados.

Dónde se consume el vino
El gran porcentaje de consumo en este mercado se da en el canal on-trade, que comercializa el 36% del volumen, y en términos de valor resulta más importante que el canal off-trade del vino. Esta diferencia entre valor y volumen se debe a los elevados precios que se manejan en el on-trade, que pueden llegar a ser hasta un 230% superior a los precios en el off-trade.

Dentro del canal off-trade, supermercados e hipermercados dominan la escena, con más del 60% del volumen. El 68% del volumen comercializado en el canal off-trade se encuentra en el rango de los 65 a los 150 pesos mexicanos por litro (aproximadamente de 7 a 11 u$s). No obstante, las tiendas especializadas son un segmento muy importante, con el 30% del mercado. En ellas se comercializa una gran variedad de productos gourmet, tanto nacionales como importados.



Con quién compite el vino argentino
Los vinos provenientes de España y Chile son claramente los líderes del mercado de vinos tranquilos, con alrededor de un 30% de las importaciones cada uno. Esto se debe a las fuertes relaciones comerciales que México ha mantenido con ambos países. Luego le siguen en popularidad los vinos italianos y argentinos. En este sentido es que es importante destacar que los productos provenientes del Nuevo Mundo han ganado popularidad. Con los vinos de Chile y Argentina como productores consolidados.

Asimismo, en los últimos años, además de estos destinos, las marcas mexicanas que han emergido en la última década, gozan de una gran popularidad.

En lo que respecta particularmente a Argentina, en la última década, los vinos del país han ganado participación. México representa el 8° destino de las exportaciones argentinas, con un 2,5% de la facturación en lo que va de 2013. Su importancia ha crecido desde una participación del 1,5% en 2005. Casi todo lo que se exporta a México es fraccionado. Las exportaciones a granel son esporádicas y no representan un gran volumen.  Más del 98% de los envíos corresponden a vinos fraccionados en botella, con una porción muy pequeña destinada al tetrabrik.

Desde el año pasado, los datos muestran un panorama alentador. Considerando las exportaciones de enero a septiembre de 2013, alcanzaron los 14,7 millones de dólares, un 8% superiores al mismo periodo del año anterior. Los precios promedio de exportación han tenido poco crecimiento en el período analizado. Pasaron de 3,2 u$s por litro en 2005 a 3,8 u$s en 2013.


Este atractivo del mercado se expresó también en la cantidad de bodegas que operan en él. En 2005 sólo 49 bodegas exportaban sus vinos a México, mientras que en 2012 el número creció a 113.

sábado, 12 de abril de 2014

‘Consolidar voluntades es el reto de la empresa familiar’


El empresario Javier Urey, autor del libro 'Padres trabajadores, hijos ricos, nietos pobres ¿mito o realidad?', fue conferencista del ExpoManagement organizado por IDE Business School el mes pasado. Urey, quien es el principal de la firma boliviana Mainter SRL y también es miembro del Directorio del Diario El Deber, habla sobre el papel de las empresas familiares en la región y el protagonismo que podrían llegar a ocupar en las economías interconectadas.

¿Los padres trabajadores no son el pilar de una sólida estructura generadora de riqueza para las siguientes generaciones?

Hay que definir ese concepto de riqueza porque no se trata únicamente de un tema patrimonial. Uno puede heredar bonos y bienes a sus hijos pero si no hay una cultura, una educación en valores, difícilmente ellos o los nietos podrán mantener lo creado. La cultura de la empresa refleja la cultura de la familia, el cómo tú actúas en una mesa del comedor, si conversas con tu esposo, tu esposa o con tus hijos va a reflejarse el día de mañana en la mesa de un directorio empresarial.

El cómo le enseñas a tus hijos a tratar al personal doméstico, al chofer, a la niñera, al jardinero... será un parámetro de cómo ellos manejarán los RR.HH. en un futuro. La complejidad de las empresas familiares va por allí, por cómo se inculca a los hijos una estructura de valores que los forme para que sean las personas idóneas para hacerse cargo de los negocios.

Entonces, ¿el no cultivar aquellos aspectos podría significar que las empresas no trasciendan entre generaciones?

 Sí. El otro concepto que plantea mi libro es, aunque no conozco a profundidad al tejido empresarial ecuatoriano, cuestionar a la sociedad sobre si las empresas exitosas en la década de 1970 y 1980 en el Ecuador hoy siguen operando. Si la respuesta es negativa hay que identificar el porqué. Allí uno se encuentra con una dura realidad: algunas firmas dejaron de existir por nepotismo, falta de comunicación, de claridad al establecer una sucesión generacional, falta de compromiso...

En las empresas familiares no existen recetas de cocina sino realidades distintas y soluciones diferentes para cada caso. ¿En qué se asemejan las empresas familiares bolivianas a las ecuatorianas?

En ambos casos se desarrollan en economías extractivistas. Existen algunos casos que se podrían asemejar en empresas dedicadas a la industria agrícola. Bolivia, y especialmente mi región Santa Cruz, es un gran exportador de soya y derivados.

Pero en ese contexto agroindustrial hay algo comparable en ambos casos: hay generaciones de empresarios que, probablemente, pasaron por aulas académicas y tienen una visión diferente de hacer negocios. Ellos se han preocupado por formar a sus sucesores, por invertir en la educación de sus hijos e inculcarles una estructura de valores.

 Cuando se indaga sobre casos de las empresas familiares en el mundo es muy incipiente el material de ejemplos de nuestros países. He visto con mucha satisfacción que el IDE Business School está manejando estadísticas duras, y cuando leí que el 51% del PIB ecuatoriano tiene su origen en empresas familiares me di cuenta que es un tema a tratar con mucha responsabilidad.

Existe una fuerte responsabilidad del empresario con su familia, con sus trabajadores, con el país y con la región. Ese deber es lograr que su empresa sea sostenible en el tiempo, que siga creciendo y que no termine por la ineficiencia de quienes llegaron a guiar las riendas sin conocimiento.

¿Por qué el mito sugiere que los nietos de los padres trabajadores terminarían en pobreza?
Porque hay una estadística en la que se demuestra que normalmente los hijos no pueden sostener lo que los padres crean y lo que heredan terminan dilapidándolo y por eso la siguiente generación no la hereda.

Tuve una experiencia hace un par de años con un empresario argentino muy exitoso. Él consiguió consolidar siete empresas en el rubro de la construcción y el transporte, y hoy está jubilado. Cuando le consulté sobre sus negocios me quedé impresionado con su primera respuesta: a mis empresas las hice ladrillo, vendí todo porque a ninguno de mis hijos les interesó nada, me cansé y con el dinero que obtuve compré casas y vivo de arriendos.

¿Acaso no es ese un duro pero real ejemplo? ¿Las empresas familiares deberían empezar por introducir a personas ajenas a la familia en mandos medios o a los altos mandos?

 Lo primero es tomar conciencia de que la problemática en las empresas familiares es una realidad y que es necesario discutir esos temas. Me satisface ver espacios de discusión donde no hay conflictos de intereses y que forjan, en definitiva, el lugar ideal para establecer un 'protocolo familiar'.

Hoy el norte de toda empresa de este tipo es consolidar aquel acuerdo de voluntades que, en lo formal, en un documento donde se establecen las reglas del juego en materia de políticas salariales, de contratación y sucesión de personal, en inversiones y distribución de utilidades... Es llevar toda la complejidad de lo empresarial al plano familiar para establecer límites tanto para la empresa como para la familia.

¿Se refiere a profesionalizar las empresas?

 Se habla mucho de que profesionalizar las empresas familiares es contratar a terceros, pero eso es un mito. En las empresas familiares tú tomas decisiones con el corazón. El corazón, el sentimentalismo, te dice: quiero que mis hijos manejen el negocio que fundé. De allí que los padres se esfuerzan en educar a sus hijos para la sucesión aunque eso no garantice nada. Entonces entra el plano de la comunicación en la que se visualiza el ingreso de otras personas que permitan que el negocio funcione.

 ¿Los sucesores empresariales nacen o se hacen mediante la educación?


Si tú obligas a los hijos a perpetuar la empresa familiar, cuando los fundadores mueren y ese hijo no tiene la pasión para el negocio, lo primero que harán es venderla. La alternativa es buscar mecanismos como directorios mixtos o consejos familiares.