Con la renuncia del
director de Inspección Financiera de la Agencia Tributaria de España, Luis
Jones, suman cinco los servidores públicos que han abandonado sus cargos en ese
organismo en los últimos días, luego de la multa fiscal de más de 600 millones de
dólares impuesta a Cementos Mexicanos (Cemex).El escándalo inició hace dos semanas,
cuando se conoció que Dolores Linares, jefa de la oficina técnica de Inspección
Financiera Tributaria, fue cesada a raíz de que rechazó una impugnación de
Cemex por una multa fiscal de más de 600 millones de dólares, y por lo que
también dimitió su jefe superior, Ignacio Ucelay. LEER
TODO
viernes, 6 de diciembre de 2013
Revuelo en la Hacienda española que favorece a CEMEX (México)
La empresa mexicana prevé
producir desde la Península cemento para suministrar al sur de Europa y el
Mediterráneo La Agencia Tributaria vive momentos de convulsión interna. Se han
producido varias salidas sonadas en quince días. La que más revuelo suscitó
está relacionada con una sanción multimillonaria a Cemex. El trasfondo de esa
medida es que está en juego una importante inversión de la cementera mexicana
en España.
La dirección de la Agencia
Tributaria destituyó hace dos semanas de forma “fulminante” a una inspectora de
Hacienda de la Oficina Técnica de Grandes Contribuyentes, que había rechazado
el recurso de reposición presentado por la multinacional cementera Cemex contra
una sanción de 450 millones.
Como consecuencia del relevo de
esta inspectora, también dejó su puesto el jefe de la Dependencia de Grandes
Contribuyentes.
Desde el Ministerio de Hacienda
continúan insistiendo en que el cese de la inspectora, que ocupaba un cargo de
libre designación, se debe a una reestructuración en la Agencia Tributaria tras
la llegada del nuevo director general, Santiago Menéndez, que lleva cuatro
meses en el cargo.
La crisis que sacude a la Agencia
se ha agudizado esta semana. El miércoles se cobró una nueva víctima: el
director de la Inspección Financiera y Tributaria, Luis Jones, presentó la
dimisión alegando “notables diferencias” de criterio con el máximo responsable
de la Agencia, Santiago Menéndez.
La gota que colmó el vaso, según
contaba el propio Jones en una carta de despedida, sería precisamente la falta
de acuerdo para reemplazar al jefe de la Dependencia de Control Tributario y
Aduanero, Ignacio Ucelay, que dimitió el 11 de noviembre a raíz del escándalo
en torno al expediente de la multinacional Cemex.
Fuentes empresariales, ofrecen
otra explicación a lo que se considera “injerencia política” del Gobierno en la
Agencia, al haber obligado a retirar la sanción a la empresa mexicana. Un
movimiento que ha sido también denunciado públicamente por las asociaciones de
Inspectores de Hacienda.
Destacan las fuentes
empresariales que la cementera Cemex proyecta convertir a España en su centro
de exportación para el sur de Europa y todo el arco mediterráneo.
En el sector de la construcción
destacan incluso que, tras el desarrollo de los planes que maneja la compañía
mexicana, el grupo puede llegar a superar en número de instalaciones en España
al actual líder del sector, Cementos Portland.
Algunos sectores del Ejecutivo,
conocedores desde este verano de esa importante inversión para España, no
estaban dispuestos a asumir riesgos que pudieran poner en peligro la inversión
y un buen número de puestos de trabajo, a crear en los lugares -aún por
concretar- donde se levantarán las nuevas instalaciones.
Fuentes del Gobierno revelan que
el pasado mes de agosto la compañía mexicana transmitió a altos cargos del
ministerio de Economía que “España es un país clave para el desarrollo de la
estrategia futura de Cemex, porque sus previsiones internas indican que el
sector de la construcción en el país experimentará una notable recuperación a
partir de 2015”.
Los empresarios no pasan por alto que el revuelo en la Agencia
Tributaria por el 'trato de favor' a Cemex se ha producido en la misma semana
que se dio a conocer la OPA sobre Campofrío por parte de la también mexicana
Sigma Alimentos.
Y recuerdan que unos días después
se resolvió, después de 19 meses, el conflicto de Repsol con YPF, en el que la
intervención del Gobierno mexicano y el de España para mediar en la batalla
entre Pemex y la petrolera española resultó decisiva para alcanzar el acuerdo.
El director de la Agencia
Tributaria, Santiago Menéndez, destituyó también a última hora de ayer a los
delegados especiales de Galicia, José Luis Rodríguez Díaz; de Castilla y León,
Miguel Santos Barrueco; y de Cantabria, Adrián Montejo Jiménez, dentro de un
proceso de relevos precipitado por la dimisión este martes del director de
Inspección, Luis Jones, que será sustituido por Luis María Sánchez González.
Estos relevos estaban previstos
con anterioridad a la dimisión de Jones y se iban a anunciar en enero dentro de
una reorganización completa del organigrama de la Agencia Tributaria, pero la
decisión del director de Inspección de dejar su cargo los ha precipitado.
Junto con los delegados
especiales, Menéndez ha destituido también a la directora del Servicio de
Planificación, Elena Guerrero Martínez.
Por su parte los rotativos Mexicanos destacan que: Con la renuncia del director de Inspección Financiera de la Agencia Tributaria de España, Luis Jones, suman cinco los servidores públicos que han abandonado sus cargos en ese organismo en los últimos días, luego de la multa fiscal de más de 600 millones de dólares impuesta a Cementos Mexicanos (Cemex).
Según medios locales, la agencia admitió la renuncia del funcionario, pero aclaró que no tiene que ver con un caso concreto, sino por “diferencias con el personal de inspección y sobre diversos nombramientos” del director general Santiago Menéndez.
El escándalo inició hace dos semanas, cuando se conoció que Dolores Linares, jefa de la oficina técnica de Inspección Financiera Tributaria, fue cesada a raíz de que rechazó una impugnación de Cemex por una multa fiscal de más de 600 millones de dólares, y por lo que también dimitió su jefe superior, Ignacio Ucelay.
El caso, que se convirtió ya en un escándalo político-empresarial, dejó al descubierto el manejo turbio de la contabilidad de la transnacional mexicana y la destitución súbita de los inspectores que detectaron las anomalías por parte del gobierno de Mariano Rajoy.
La investigación de las cuentas de Cemex, cuyo principal accionista y fundador es Lorenzo Zambrano, fue dirigida por Linares, pero fue relevada de su cargo, según los inspectores, en una decisión “ajena a motivos técnicos”, publicó el diario El País el pasado 22 de noviembre.
La dirección de la Agencia Tributaria y el Ministerio de Hacienda justificaron su despido con el argumento de que es un cargo de libre designación y que se realizaba en medio de una reestructuración en su departamento tras la llegada del nuevo director general, Santiago Menéndez, que lleva cuatro meses en el cargo.
Su destitución también provocó la dimisión del jefe de la delegación central de Grandes Contribuyentes, Ignacio de Ucelay, jefe inmediato de Linares, y la de otras dos personas, quienes renunciaron para mostrar su apoyo a Linares.
Según el rotativo español, Cemex fue sometida a una inspección fiscal el 7 de julio de 2011, mediante la que se detectaron numerosas irregularidades y prácticas fraudulentas como el impago de imposiciones fiscales a través de una triquiñuela jurídica consistente en el aumento del volumen de créditos que se hacen entre empresas del mismo grupo empresarial con el único objetivo de obtener beneficios fiscales.
El pasado 24 de noviembre, Cemex emitió un comunicado en el que se desvinculó de los movimientos internos en la Agencia Tributaria y aseguró que se encuentra en un proceso regular de revisión que está actualmente en curso.
Y expuso que “se reserva el derecho de emprender acciones legales contra quien resulte responsable por la divulgación de información imprecisa, tendenciosa o que por su contenido contravenga las disposiciones legales vigentes”.
Fuente el Confidencial Digital
y PROCESO México
lunes, 2 de diciembre de 2013
Fuerte frenazo al gasto sanitario en la OCDE
El gasto sanitario, cuyo
crecimiento parecía incontrolable en tiempos de bonanza, ha sido domado por la
crisis. Entre 2009 y 2011, el gasto por habitante ha bajado en 11 países de la
OCDE, de modo abrupto en los más tocados por el ajuste económico: un 11% en
Grecia, un 6,6% en Irlanda y un 3,8% en Islandia. En España la reducción en ese
periodo, que corresponde todavía al gobierno de Rodríguez Zapatero, fue de un
0,5%. Los datos, contenidos en el nuevo informe de la OCDE Health at a Glance
2013, llegan hasta 2011.
El informe permite observar el
contraste entre los primeros años de este siglo y la tendencia a partir de
2009. En el periodo 2000-2009, el gasto sanitario per capita creció en términos
reales una media del 4,1% anual; en cambio, en los dos años siguientes, el
crecimiento medio en la OCDE fue solo del 0,2%.
El gasto sanitario alcanzó un
máximo en 2009, y desde entonces los gobiernos han logrado frenarlo con
reducciones presupuestarias y control del gasto farmacéutico.
La crisis económica que comenzó
en 2008 puso fin a un largo periodo en el que el gasto sanitario creció a un
ritmo superior al del PIB en muchos países de la OCDE. Los cambios en el gasto
sanitario en relación al PIB dependen de las fluctuaciones tanto en el gasto
sanitario como en el crecimiento de la economía. En virtud de ambos factores,
el gasto sanitario alcanzó un máximo en 2009 cuando suponía un 9,6% del PIB,
para caer al 9,3% en 2011 en el conjunto de la OCDE (cifra que coincidía justo
con la de España).
Los países se han esforzado en
reducir sus gastos con una bajada del precio de los medicamentos, y con
restricciones presupuestarias y reducciones salariales en el sector
hospitalario. En España el gasto sanitario por habitante bajó un 0,5% en los
dos últimos años del gobierno de Rodríguez Zapatero.
El gasto farmacéutico suponía
como media un 17% del gasto sanitario en 2011 y también ha sido frenado.
Mientras que en el periodo 2000-2009 crecía a una media del 3,5% anual, en los
dos años siguientes tuvo un crecimiento negativo del -0,9%. Esto se ha
conseguido mediante diversos tipos de medidas: mayor uso de genéricos, compra
centralizada de medicamentos, reducciones de precios mediante negociaciones con
los laboratorios, introducción de precios de referencia, rebaja de los márgenes
farmacéuticos, criba de los fármacos financiados, y aumento del copago. En
España bajó un -2,5% en los dos últimos años de referencia.
Gasto público y privado
En todos los países de la OCDE la
sanidad se financia con una mezcla de gasto público (del Estado y de la
Seguridad Social), y privado (seguros privados y gasto a cargo del paciente).
Alrededor de las tres cuartas
partes del gasto sanitario total en 2011 fueron de financiación pública (en
España el 73%). El paciente financia como media un 20% del gasto, porcentaje
que ha subido dos puntos desde 2009. Pero si se considera el conjunto del
periodo 2000-2011, lo que el paciente tuvo que pagar de su bolsillo bajó un
1,2% en la OCDE, y en España un 2,9%. Así que la creencia de que se está
privatizando la sanidad no encuentra respaldo en los datos, al menos hasta
2011.
La proporción de lo que debe
pagar el paciente varía desde menos del 10% en Holanda y Francia hasta más del
35% en Corea, México y Chile.
EEUU es el país con más gasto
sanitario, pero su esperanza de vida está 1,4 años por debajo de la media de la
OCDE.
Por primera vez la esperanza de
vida media ha pasado los 80 en el conjunto de países de la OCDE en 2011, lo que
supone diez años más que en 1970. Suiza, Japón, Italia y España están a la
cabeza de los dos tercios de países donde la esperanza de vida supera los 80
años.
La mayor esperanza de vida se
asocia generalmente a un mayor gasto sanitario per capita, pero esta
correlación tiene muchas excepciones. Japón, Italia y España tienen altas
esperanzas de vida, mientras que su gasto sanitario per capita está en la zona
media de la OCDE.
El caso contrario y más llamativo
es de EE.UU.. El gasto sanitario per capita es 2,5 veces superior al de la
media de la OCDE, y ha seguido creciendo mientras que el de otros países
disminuía; también es el más elevado en relación al PIB (17,7%), y el que más
gasta en fármacos per capita. Sin embargo, la esperanza de vida que en 1970
estaba un año por encima de la media de la OCDE, ahora está más de un año por
debajo de la media (78,7 frente a 80,1). Esta ineficacia del sistema abona la
necesidad de la reforma sanitaria, aunque solo sea por motivos económicos,
aunque en la longevidad influyen también mucho los estilos de vida (obesidad,
consumo de drogas, tasa de pobreza…).
Suscribirse a:
Entradas (Atom)