lunes, 2 de diciembre de 2013

Fuerte frenazo al gasto sanitario en la OCDE


El gasto sanitario, cuyo crecimiento parecía incontrolable en tiempos de bonanza, ha sido domado por la crisis. Entre 2009 y 2011, el gasto por habitante ha bajado en 11 países de la OCDE, de modo abrupto en los más tocados por el ajuste económico: un 11% en Grecia, un 6,6% en Irlanda y un 3,8% en Islandia. En España la reducción en ese periodo, que corresponde todavía al gobierno de Rodríguez Zapatero, fue de un 0,5%. Los datos, contenidos en el nuevo informe de la OCDE Health at a Glance 2013, llegan hasta 2011.

El informe permite observar el contraste entre los primeros años de este siglo y la tendencia a partir de 2009. En el periodo 2000-2009, el gasto sanitario per capita creció en términos reales una media del 4,1% anual; en cambio, en los dos años siguientes, el crecimiento medio en la OCDE fue solo del 0,2%.

El gasto sanitario alcanzó un máximo en 2009, y desde entonces los gobiernos han logrado frenarlo con reducciones presupuestarias y control del gasto farmacéutico.

La crisis económica que comenzó en 2008 puso fin a un largo periodo en el que el gasto sanitario creció a un ritmo superior al del PIB en muchos países de la OCDE. Los cambios en el gasto sanitario en relación al PIB dependen de las fluctuaciones tanto en el gasto sanitario como en el crecimiento de la economía. En virtud de ambos factores, el gasto sanitario alcanzó un máximo en 2009 cuando suponía un 9,6% del PIB, para caer al 9,3% en 2011 en el conjunto de la OCDE (cifra que coincidía justo con la de España).

Los países se han esforzado en reducir sus gastos con una bajada del precio de los medicamentos, y con restricciones presupuestarias y reducciones salariales en el sector hospitalario. En España el gasto sanitario por habitante bajó un 0,5% en los dos últimos años del gobierno de Rodríguez Zapatero.

El gasto farmacéutico suponía como media un 17% del gasto sanitario en 2011 y también ha sido frenado. Mientras que en el periodo 2000-2009 crecía a una media del 3,5% anual, en los dos años siguientes tuvo un crecimiento negativo del -0,9%. Esto se ha conseguido mediante diversos tipos de medidas: mayor uso de genéricos, compra centralizada de medicamentos, reducciones de precios mediante negociaciones con los laboratorios, introducción de precios de referencia, rebaja de los márgenes farmacéuticos, criba de los fármacos financiados, y aumento del copago. En España bajó un -2,5% en los dos últimos años de referencia.

Gasto público y privado
En todos los países de la OCDE la sanidad se financia con una mezcla de gasto público (del Estado y de la Seguridad Social), y privado (seguros privados y gasto a cargo del paciente).

Alrededor de las tres cuartas partes del gasto sanitario total en 2011 fueron de financiación pública (en España el 73%). El paciente financia como media un 20% del gasto, porcentaje que ha subido dos puntos desde 2009. Pero si se considera el conjunto del periodo 2000-2011, lo que el paciente tuvo que pagar de su bolsillo bajó un 1,2% en la OCDE, y en España un 2,9%. Así que la creencia de que se está privatizando la sanidad no encuentra respaldo en los datos, al menos hasta 2011.

La proporción de lo que debe pagar el paciente varía desde menos del 10% en Holanda y Francia hasta más del 35% en Corea, México y Chile.

EEUU es el país con más gasto sanitario, pero su esperanza de vida está 1,4 años por debajo de la media de la OCDE.

Por primera vez la esperanza de vida media ha pasado los 80 en el conjunto de países de la OCDE en 2011, lo que supone diez años más que en 1970. Suiza, Japón, Italia y España están a la cabeza de los dos tercios de países donde la esperanza de vida supera los 80 años.

La mayor esperanza de vida se asocia generalmente a un mayor gasto sanitario per capita, pero esta correlación tiene muchas excepciones. Japón, Italia y España tienen altas esperanzas de vida, mientras que su gasto sanitario per capita está en la zona media de la OCDE.




El caso contrario y más llamativo es de EE.UU.. El gasto sanitario per capita es 2,5 veces superior al de la media de la OCDE, y ha seguido creciendo mientras que el de otros países disminuía; también es el más elevado en relación al PIB (17,7%), y el que más gasta en fármacos per capita. Sin embargo, la esperanza de vida que en 1970 estaba un año por encima de la media de la OCDE, ahora está más de un año por debajo de la media (78,7 frente a 80,1). Esta ineficacia del sistema abona la necesidad de la reforma sanitaria, aunque solo sea por motivos económicos, aunque en la longevidad influyen también mucho los estilos de vida (obesidad, consumo de drogas, tasa de pobreza…).

No hay comentarios:

Publicar un comentario