El gasto sanitario, cuyo
crecimiento parecía incontrolable en tiempos de bonanza, ha sido domado por la
crisis. Entre 2009 y 2011, el gasto por habitante ha bajado en 11 países de la
OCDE, de modo abrupto en los más tocados por el ajuste económico: un 11% en
Grecia, un 6,6% en Irlanda y un 3,8% en Islandia. En España la reducción en ese
periodo, que corresponde todavía al gobierno de Rodríguez Zapatero, fue de un
0,5%. Los datos, contenidos en el nuevo informe de la OCDE Health at a Glance
2013, llegan hasta 2011.
El informe permite observar el
contraste entre los primeros años de este siglo y la tendencia a partir de
2009. En el periodo 2000-2009, el gasto sanitario per capita creció en términos
reales una media del 4,1% anual; en cambio, en los dos años siguientes, el
crecimiento medio en la OCDE fue solo del 0,2%.
El gasto sanitario alcanzó un
máximo en 2009, y desde entonces los gobiernos han logrado frenarlo con
reducciones presupuestarias y control del gasto farmacéutico.
La crisis económica que comenzó
en 2008 puso fin a un largo periodo en el que el gasto sanitario creció a un
ritmo superior al del PIB en muchos países de la OCDE. Los cambios en el gasto
sanitario en relación al PIB dependen de las fluctuaciones tanto en el gasto
sanitario como en el crecimiento de la economía. En virtud de ambos factores,
el gasto sanitario alcanzó un máximo en 2009 cuando suponía un 9,6% del PIB,
para caer al 9,3% en 2011 en el conjunto de la OCDE (cifra que coincidía justo
con la de España).
Los países se han esforzado en
reducir sus gastos con una bajada del precio de los medicamentos, y con
restricciones presupuestarias y reducciones salariales en el sector
hospitalario. En España el gasto sanitario por habitante bajó un 0,5% en los
dos últimos años del gobierno de Rodríguez Zapatero.
El gasto farmacéutico suponía
como media un 17% del gasto sanitario en 2011 y también ha sido frenado.
Mientras que en el periodo 2000-2009 crecía a una media del 3,5% anual, en los
dos años siguientes tuvo un crecimiento negativo del -0,9%. Esto se ha
conseguido mediante diversos tipos de medidas: mayor uso de genéricos, compra
centralizada de medicamentos, reducciones de precios mediante negociaciones con
los laboratorios, introducción de precios de referencia, rebaja de los márgenes
farmacéuticos, criba de los fármacos financiados, y aumento del copago. En
España bajó un -2,5% en los dos últimos años de referencia.
Gasto público y privado
En todos los países de la OCDE la
sanidad se financia con una mezcla de gasto público (del Estado y de la
Seguridad Social), y privado (seguros privados y gasto a cargo del paciente).
Alrededor de las tres cuartas
partes del gasto sanitario total en 2011 fueron de financiación pública (en
España el 73%). El paciente financia como media un 20% del gasto, porcentaje
que ha subido dos puntos desde 2009. Pero si se considera el conjunto del
periodo 2000-2011, lo que el paciente tuvo que pagar de su bolsillo bajó un
1,2% en la OCDE, y en España un 2,9%. Así que la creencia de que se está
privatizando la sanidad no encuentra respaldo en los datos, al menos hasta
2011.
La proporción de lo que debe
pagar el paciente varía desde menos del 10% en Holanda y Francia hasta más del
35% en Corea, México y Chile.
EEUU es el país con más gasto
sanitario, pero su esperanza de vida está 1,4 años por debajo de la media de la
OCDE.
Por primera vez la esperanza de
vida media ha pasado los 80 en el conjunto de países de la OCDE en 2011, lo que
supone diez años más que en 1970. Suiza, Japón, Italia y España están a la
cabeza de los dos tercios de países donde la esperanza de vida supera los 80
años.
La mayor esperanza de vida se
asocia generalmente a un mayor gasto sanitario per capita, pero esta
correlación tiene muchas excepciones. Japón, Italia y España tienen altas
esperanzas de vida, mientras que su gasto sanitario per capita está en la zona
media de la OCDE.
El caso contrario y más llamativo
es de EE.UU.. El gasto sanitario per capita es 2,5 veces superior al de la
media de la OCDE, y ha seguido creciendo mientras que el de otros países
disminuía; también es el más elevado en relación al PIB (17,7%), y el que más
gasta en fármacos per capita. Sin embargo, la esperanza de vida que en 1970
estaba un año por encima de la media de la OCDE, ahora está más de un año por
debajo de la media (78,7 frente a 80,1). Esta ineficacia del sistema abona la
necesidad de la reforma sanitaria, aunque solo sea por motivos económicos,
aunque en la longevidad influyen también mucho los estilos de vida (obesidad,
consumo de drogas, tasa de pobreza…).
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