ALAMO.- MADRID 5 de Febrero de 2014.- Las empresas vinculan la ruptura
de las negociaciones a la posición "injustificadamente rígida" de los
administradores del Canal y advierte de que la falta de una solución inmediata
condena a ambas partes a "años de disputas ante los tribunales nacionales
e internacionales". Asimismo, el consorcio recuerda que la situación deja
10.000 puestos de trabajo en riesgo inminente.
GUPC reitera en el comunicado su
voluntad de seguir trabajando para alcanzar un acuerdo y, según el grupo, así
se lo ha transmitido en una carta al administrador del Canal, Jorge Quijano. En
este documento el consorcio pide también un pago urgente de una factura de 35
millones de euros para poder pagar las nóminas de esta semana a trabajadores y
a los subcontratistas.
El grupo encabezado por Sacyr
advirtió el pasado 1 de enero de que suspendería las obras si las autoridades
del Canal no reconocía 1.200 millones de euros en sobrecostes aflorados durante
la ejecución de las obras. En la nota, las empresas recuerdan que no son bancos
y piden un acuerdo para financiar esta cantidad a la espere de que se
pronuncien los mecanismos de arbitraje local o internacional incluidos en el
contrato de adjudicación.
GUPC también señala las
consecuencias de la ruptura de las negociaciones: pérdida de 10.000 empleos,
retraso en la ejecución del proyecto y "la sombra permanente en los libros
de la historia" que implicaría el fracaso para Panamá. Fuentes de la
Autoridad del Canal de Panamá (ACP) consultadas por este diario no quisieron
hacer ningún comentario y se remitieron a un comunicado en las próximas horas.
Las acciones de la constructora
española se han hundido en Bolsa tras conocerse la falta de acuerdo. A las
10.30 horas, el precio de la acción sufría un retroceso del 5,5%.
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